miércoles, 23 de mayo de 2007

Bib azahar 11

Meciéndote eternamente

En la profunda oscuridad del mar,
varado entre peces, algas, corales
y mecido por los dulces caudales
de submarinas corrientes que a la par,

que en otro tiempo eras mecido al remar
por los miles de brazos de animales
humanos y por los vientos orientales
que extenuaban hasta hacernos reventar.

Un trozo de mi banco yace hundido
como testigo de una calamidad
que llegara en tiempo de grandes olas.

En dos trozos mi corazón partido:
Uno que te busca en la profundidad
y otro que se mece en el mar y a solas.
*